Había pasado mucho tiempo, pero aún olía a crema de melocotón y fresas. Tus despreocupadas risas vivían en su recuerdo, como el tacto de tu piel de seda, tu gracioso cantar y tu naturalidad, tranquila.
Había pasado mucho tiempo, pero conservaba tus fotos. Las notas que dejabas en su almohada, las frases que le robaste para hacer eternamente tuyas.
Había pasado mucho tiempo, y tus ojos de mar aún le hacían nadar en sueños. Y tus besos aún le hacían tramposas cosquilas. Como un engañoso artificio. Como si fuese MAGIA.
J S