Hace tiempo que no te escribo un mensaje de estos a estas horas. De mi noche o de tu día. Así que he decidido escribirte este mensaje en memoria de todos aquellos que te escribí y que ya han caído en el olvido. En memoria de los que te gustaron y también de los que me arrepentí de escribir. De los que tardé en escribir y de los que se escribieron solos, muchas veces borracho, aunque también hubo ocasiones en las que estaba sobrio, conseguí reunir fuerzas y olvidarme del ridículo sin acudir a una botella. Siempre tarde pero siempre a su tiempo, sin atender a lugares, sin premeditación pero avisados. Hoy no te cuento que te echo de menos y que haría lo que fuera por ti, que todavía te espero y que, a pesar de todo, no creo que me canse de esperarte. Tampoco me disculpo por mis inseguridades, a las que conoces bien. Hoy no. Hoy es un homenaje. En recuerdo de aquellos te escribo este. Espero que les haga honor.
Carral del Prado.