Mientras pueda beberme otra copa y reir hasta el alba.
Mientras pueda ver cómo sale y se pone el sol, y oler la vida en el perfume del viento. Mientras pueda sentarme a charlar sin tener en cuenta el tiempo.
Mientras pueda sentir los labios de ella contra los míos y percibir ese inconfundible olor a colonia de mujer mezclado con tabaco que me hace soñar.
Mientras pueda sentarme un día a perder el tiempo, solo, soñando lo que nunca pasará.
Mientras siga pudiendo pasear y perderme entre la gente y ser uno más.
Mientras pueda escuchar esa canción del poeta olvidado y sentir sus cadenas rotas.
Mientras me quede la desilusión, la pena, el hastío, el desencanto.
Mientras…
Carral del Prado.